El viento sopla, la tormenta cae, parece que me ahogo,
mis piernas parecen decaer y el peso de mi infortunio
me arrastra a lo más profundo de mi ser.
Ahí en donde puedo mirarme en silencio
y recordar que aun existo,
donde puedo escuchar los latidos de mi corazón.
Donde el ruido deja de ser ruido y escucho
a mi alma decir, aun no es tu hora.
¡Me levantare una vez más!
¡Tomare el peso que llevo!
y caminaré con más fuerza.
Se que puedo llegar mucho más allá
de los límites que cargo.
Por un momento dejo ese peso
que me atormenta.
Y entonces puedo ver al sol y
soñar tan alto, tan alto
que parece que lo estoy viviendo.
¿Qué llegare? si llegare
¿Cumpliré mis sueños?
si, lo haré.
Cada vez que salga el sol
me recordaré que solo yo,
¡Y solamente yo!,
soy la promotora de mis logros,
la dueña de mi cuerpo,
la dueña de mi vida.
Intentarán detenerme aquellos que me
cruzan con sus apuñaladas por falta de amor propio.
Pero nadie podrá detener a mi mente y mi espíritu
son las únicas armas con las que me defiendo.
Porque en mi mente esta la esencia de quien soy yo,
y es ahí donde cultivo las mejores semillas
que dan exquisitos frutos que alimentan a mi ser.
Y es mi espíritu luchador que me fortalece y me susurra otra vez,
tengo que caminar más allá, tengo que mirar el horizonte.
By
Alba Piedra
11/10/18
Commentaires